Mariposa Moradilla del fresno

 


Especie típicamente asociada a las fresnedas. La hembra deposita sus huevos en grupo sobre las ramas y troncos de los fresnos (Fraxinus angustifolia) donde pasarán el invierno. Con los primeros brotes de la primavera nacen las orugas que enseguida empiezan a alimentarse de las hojas durante la noche. La larva presenta una coloración pardo grisácea muy característica, que le proporciona un gran mimetismo cuando se encuentra sobre su planta o bien en las piedras del suelo. Establecen una relación simbiótica con hormigas y durante el día descienden a la base del tronco, donde buscan huecos bajo las piedras para retornar al día siguiente a zonas más elevadas de la planta. Este comportamiento defensivo, que les proporciona un crecimiento con una menor presión de los depredadores, les permite en poco más de dos meses entrar en fase de crisálida en los lugares de camuflaje diurno. Son difíciles de detectar en sus vuelos de cortejo y apareamiento, que se producen en las copas y ramas altas de los árboles, pero son fáciles de ver cuando descienden a sus fuentes de néctar. En Sierra Nevada prefieren umbelíferas de porte alto como Thapsia villosa y Ferula communis.

Hábitat: El adulto vuela desde finales de mayo hasta mediados de julio en torno a los bosques de ribera nevadenses, del piso supramediterráneo, donde crecen los fresnos.

Distribución: Es una especie endémica de la Península Ibérica y del sur de Francia. En Andalucía aparecen poblaciones aisladas desde el noroeste en la Sierra de Huelva hasta el nordeste de Granada, y no es rara en varias localidades de las Sierras Béticas. En Sierra Nevada está bien representada en los valles de todo el perímetro, principalmente en el río Genil.

Conservación: La supervivencia de la especie está ligada a la de las fresnedas. En Sierra Nevada se conservan algunas poblaciones aceptables.

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